La guía definitiva para elegir el abrigo perfecto – Hombre

La principal función de un abrigo es protegernos del frío, pero no hay que olvidar la elegancia. Así que, a la hora de adquirir un abrigo importan que sea caliente y que sea estiloso.

Un abrigo es una inversión a largo plazo

Por lo general, los abrigos, especialmente los de hombres, no pasan de moda, es decir, no sufren muchas variaciones con el cambio de temporadas, pero sí que están influenciados por las tendencias que vienen marcadas por los detalles, como los diseños cruzados, los de botonadura única, etc. Los abrigos largos y grises, azul marino o negro seguirán siendo piezas atemporales.

Precisamente por esta atemporalidad es que hay que invertir, sin miedo alguno, en un muy buen abrigo. Tengamos presente que, el abrigo es una prenda con mucho impacto en el estilo personal toda vez que es una capa exterior y precisamente por ser exterior, sufre los embates del tiempo, y el ajetreo del quita y pon, pasan factura.

¿Qué debemos tomar en cuenta a la hora de comprar un abrigo?

No cabe la menor duda que la calidad. El material en el que esté fabricado es el primer criterio de peso por el cual decantarnos por un abrigo u otro. Un abrigo debe repeler del frío (el principal enemigo), pero no es el único criterio que debemos considerar al comprar un abrigo.

El segundo criterio en la decisión de compra es obviamente, la función del abrigo. Tengamos presente que es realmente difícil encontrar un abrigo que sirva para todo, por lo que hay algunos diseños concretos que pueden funcionar en un plano formal y también en el informal, pero no todos los abrigos tienen por qué tener esa versatilidad, mejor uno para cada momento.

El tercer criterio en la decisión es, claro está, el estilo y tendencias. Cuando hablamos de formalidad las líneas atemporales son las que mandan. Aunque hay abrigos hermosos con estampados de cuadros, por ejemplo, no cabe la menor duda que los diseños lisos en colores clásicos, oscuros, siguen siendo difíciles de superar en cuestión de estilo.

En cuanto al corte, la tendencia está marcada por los abrigos XL, holgados y amplios, de talla superior a la que realidad tienes, o en su efecto, apostar por uno de medidas tradicionales. Ambas son válidas, pero quizás en lo que debes pensar es el contexto en el que más lo vas a utilizar y si puedes combinarlo con algo que ya tengas.

El abrigo y tu silueta

No todos los abrigos y sus diseños, aunque puedan ser hermosos, tienen por qué quedarnos y ajustarse a nuestro cuerpo. Hay abrigos para todos los cuerpos.

Si lo que buscas es un abrigo clásico, de vestir de toda la vida, los ‘overcoats’ son los indicados. Estos abrigos, hoy en día, ya no sólo se usan en al ámbito formal, sino que es posible combinarlo con looks más informales, como con deportivas y vaqueros. Los hay de botonadura simple o doble, estampados de cuadros o diseños lisos atemporales, y corte oversize o clásico.

Un abrigo para todo, que va con unos jeans o un traje son los diseños de tipo marinero, más cortos que los overcoats, y las parkas (para entornos lluviosos y ventosos). El trench o trenca lo es también, siendo los cierres y la capucha sus señas de identidad, pero no combate igual el frío. El trench, es una prenda más otoñal que invernal.

Los más informales de todos son los plumíferos, de diseños noventeros, estampados o lisos, oversize o más ajustados; y también los abrigos largos de cuero tipo Matrix, de estética futurista. También las chaquetas shearling, diseñadas en piel con detalles fabricados con borrego.

Reglas para escoger un abrigo

¿Cuántas abrigos necesitamos tener en nuestro armario? Los hombres, más jóvenes, cuya vida es más informal pueden llevar un abrigo tipo esquí o snowboard, que es una especie de chaqueta larga, en ocasiones con gorro, que se conoce como parka.

Los hombres más estilosos, tienen una variedad de abrigos mayor y para cada ocasión. La parka para actividades al aire libre, un mackinaw (heavy woolen blanket) para encuentros casuales; una gabardina o un abrigo simple, de los llamados “pea coat”, que puede ir encima de ropa casual. Sin embargo, no es necesario tampoco, llenarnos de abrigos. Podemos optar por uno casual y un abrigo tradicional.

El abrigo se caracteriza por: ser una pieza pesada, suele ir hasta el muslo o hasta el tobillo, y además tiene un cuello y solapas. Su principal beneficio es que ayuda a proyecta confianza y autoridad, realza la silueta del hombre, ensancha los hombros, alarga el cuerpo, y cubre algunas áreas problemáticas.

Su funcionalidad se basa en contar con una tela gruesa, puede protegerte de los elementos y mantenerte caliente durante todo el invierno y funciona cuando se usa para un evento casual, como formal. Te hace lucir bien parecido, es funcional y altamente adaptable. Los más aconsejables y estilosos son los abrigos tipo Swiss Army.

Una chaqueta de tipo ski es buena para actividades al aire libre y encuentros informales y hoy en día, puede ser usado para una amplia variedad de eventos: el trabajo diario en un trabajo profesional o una entrevista de trabajo ocasional; ir a un bar; restaurante; o ver una película; citas; salidas al café o al teatro; bodas o funerales en invierno; Navidad y la gala de Fin de Año.

Sin embargo, el abrigo es la pieza ideal para todas las ocasiones y es muy versátil. Es la única prenda que puede ir con todo: desde un suéter y jeans, un smoking y hasta con sudaderas con capucha.

El abrigo Swiss Army de pecho doble y sencillo

Un abrigo Swiss Army de pecho doble es más elegante y combina mejor con prendas como el traje. El abrigo de doble botonadura es una buena opción para usarlo en un lugar de trabajo conservador o en eventos más formales, pero debe ser utilizado siempre cerrado.

Mientras que el abrigo de pecho sencillo, clásico y es más versátil, y lo puedes usar con ropa formal y casual. Se lleva bien con un traje, un suéter o jeans, puede ir abierto, por lo que se puede usar para un look casual. El sencillo, por tener menos tela alrededor del abdomen, favorece más la figura y te hace lucir más delgado. Este tipo de abrigo es ideal para hombres bajos, ya que la variedad de doble botonadura tiende a hacerlos lucir todavía más cortos. Un abrigo de 3 botones es la forma más clásica. Los abrigos de 4 botones tienden a ser más formales.

Las solapas con ojal son típicas de los abrigos de pecho sencillo y son más informales y las solapas de pico se encuentran generalmente en abrigos de doble botonadura y son más formales. Un abrigo con cinturón no es muy elegante, y puede hacer que tu abrigo luzca cursi. Aunque las últimas tendencias, justamente, llevan cinturón pero amarrados por detrás.

Colores

Azul marino o gris en lugar del clásico negro, son una buena opción. El azul marino es serio, y se ve igual de bien tanto de día como de noche, mientras que el gris oscuro es una muy buena segunda opción. Y como tercera opción, bueno es apostar por un color camello.

Materiales – 100% de lana

El peso (1.8 kilos) y la durabilidad de las lanas al 100% son las ideales. Son cálidas, resistentes y pueden durar muchos años, siendo mejor los de lana que los de cachemira, porque, aunque la cachemira tiene un buen acabado, es atractiva, es suave, ligera y más caliente, no se adapta bien a los elementos.

Algunos abrigos también tienen una capa de microfibra sintética para brindar calor adicional, pero está bien y más que suficiente si es 100% lana.

Longitud de los abrigos – tres cuartos

Los abrigos masculinos llegaban hasta los tobillos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Y esto se debía a que los hombres pasaban más tiempo en el exterior y necesitaban un abrigo que mantuviera todo su cuerpo envuelto y cálido. Pero con la llegada del coche, los abrigos con telas largas se convirtieron más bien es un obstáculo para la conducción y para entrar y salir del coche.

En consecuencia, los hombres pasaban menos tiempo caminando en invierno, por lo que el calor adicional de un abrigo de mayor longitud no era tan necesario. Por ello, la longitud de los abrigos subió significativamente. Sin embargo, hoy en día, un abrigo largo ya no parece anticuado.

Lo más común son los abrigos de longitud de tres cuartos y su longitud puede variar desde la parte inferior de la rodilla hasta la parte superior del muslo, siendo la versión más elegante un abrigo desde 5 centímetros por encima de la rodilla hasta la mitad del muslo.

El abrigo largo hasta la rodilla te hace parecer más formal, mientras que uno más corto se ve cuadrado y corta por la mitad tu cuerpo.

El ajuste ideal – el abrigo no es una prenda slim fit.

Un abrigo no se ve bien si es demasiado pequeño u holgado (aunque la tendencia actual es la talla XL). No se trata de que te guste un poco más apretado o un poco más espacioso, se trata de que te quede perfecto ni grande ni pequeño.

Cuando compres un abrigo pruébatelo y asegúrate de usar el número máximo de prendas interiores que vas a usar cuando te pongas el abrigo, es decir, pruébalo con un traje, un suéter, una chaqueta deportiva; etc.

Fíjate en el ajuste del hombro porque es muy importante. Los hombros tienen que quedar encuadrados y ser cómodo cuando estás usando ropa más gruesa debajo o con prendas más delgadas. Otro aspecto es el cuello. El cuello del abrigo debe cubrir totalmente el cuello del saco del traje, y también deben tapar las solapas del traje.

Las mangas perfectas son 1.25 centímetros más largas que las mangas de un traje, es decir, las mangas del abrigo deben cubrir los puños de la camisa y las mangas de la chaqueta del traje (se extiende ligeramente más allá del hueso de la muñeca). En cuanto a la silueta, el abrigo debe cubrir muy bien tus caderas y trasero, sin ningún tipo de bultos incómodos y deformaciones.

Ahora con relación al cuerpo. Si al abrocharte el abrigo se forma una “X” llena de arrugas, eso quiere decir que es demasiado pequeño para ti. Por lo general, los hombres compran los abrigos una talla más grande que su traje, para dar espacio a las prendas usadas por debajo del abrigo, pero ya los fabricantes han pensado en esto, así que debes comprar tu talla como si fuera la talla de una chaqueta.

Por lo general, los abrigos de calidad, es decir, que esté bien hechos no son baratos. Pero debes pensar que se trata de una inversión a largo plazo. Recuerda que practicamente no hay variación de los abrigos durante las temporadas, varían muy poco,  por lo que muy difícilmente pasarán de moda.

Cuidado de los abrigos

Hay que cepillarlos después de usarlos, con una gamuza suave o un cepillo de pelusa, para eliminar la suciedad, pelusa, y otra materia orgánica, más aún todos aquellos abrigos que son oscuros como el negro o azul marino.

Debes colgarlo en un lugar fuerte y amplio, de madera, que pueda soportar el peso desde los hombros, pero, sobre todo, déjalo respirar antes de guardarlo en el armario, así evitarás que se concentren malos olores en él.
También asegúrate que cuelgue libremente para relajar las arrugas, y no quede arrugado al ser presionado contra otras prendas en el armario.

Si hay algún derrames y manchas, quítalas tan pronto puedas o inmediatamente. La mancha se puede retirar con agua fría y hay que evitar frotar porque podría ser peor. Lo mejor es llevarlo a la tintorería para que sean ellos los que apliquen la mejor fórmula. Siempre Lávalo en seco al menos una vez al año y nunca lo guardes sucio.