El Teléfono Móvil o Celular en la Calle

Cuando hablamos por el teléfono móvil, aunque la otra persona con la que hablamos no nos vea, mantenemos un sin número de gestos y movimientos corporales-gestuales-faciales, tanto conscientes como inconscientes.

Es verdad, que la otra persona no nos ve, pero las personas que tenemos alrededor si que nos ven, por lo que es mejor prestar atención a lo que hacemos. Cuando utilizamos el teléfono móvil por la calle solemos perder la noción el entorno, del tiempo y del espacio. Nos concentramos tanto que es muy factible tropezar, de cruzar la calle sin ver el coche que pasa o pasarnos un semáforo en rojo, peor aún si caemos en un hueco o nos llevamos a la gente por delante.

Es por esta razón, que sobre todo al conducir un coche, no debemos contestar la llamada, al menos que sea en manos libres. Es por la falta de concentración que es mejor, muchas veces, aparcar momentáneamente y hablar con calma y sin agobios.

Cuando hablamos por el teléfono móvil o celular nos comunicamos con gestos con nuestro entorno, hacemos muchos gestos iguales como cuando tenemos a otra persona al frente. No solo hacemos gestos, también nos movemos, caminamos, solemos hacer pequeños círculos, un vaivén de adelante atrás y viceversa, y si es posible nos apartamos para poder hablar.

Los niveles de concentración con la llamada son tan altos, que además de los gestos que haríamos de forma habitual delante de otras personas, hay gestos que solo hacemos en privado, como rascarnos la cabeza, meternos el dedo en la nariz, en la oreja o en la boca, sacamos la lengua, gestos por demás, poco educados o elegantes, que hacemos porque nadie nos ve.

Así que, al menos que estemos solos, es mejor prestar atención a nuestro lenguaje corporal, gestual y facial al hablar por el móvil.