Protocolo en el Ascensor

El ascensor, es  un medio de transporte que utilizamos en casa, en la oficina, cuando vamos al supermercado, en grandes almacenes, etc. El ascensor como todo espacio público tiene unas reglas no escritas que debemos cumplir, es decir, unas reglas de cortesía que muchas personas ignoran.

La cortesía se inicia al llamar al ascensor. Lo correcto es marcar un solo botón o para subir o para bajar, por lo que no es necesario apretar los dos y mucho menos, cuando hay varios ascensores, presionar los botones de todos ellos para ver cuál baja antes.

Dejar salir es entrar más rápido, es decir, antes de entrar hay que dejar salir, y por supuesto hay que entrar por orden de llegada, nada de “colearse”. Muchas veces es bueno seguir las reglas del metro, o sea, mejor entrar por el lado derecho para dejar el izquierdo para que salga las personas que están dentro del ascensor.

Muchas veces el ascensor esta lleno. En ese caso debemos esperar al siguiente por razones seguridad, ya que podríamos sobre pasar el peso limite, o por simple incomodidad. No es necesario estar apretados en el ascensor sintiendo en olor o el aliento de los demás. No expulses gases ni eructes, si lo haces pide disculpas de inmediato.

No olvidemos saludar al entrar. Unos buenos días, buenas tardes, buenas noches es lo mínimo que se puede decir al entrar en un lugar tan pequeño. No es válido no darlos cuando creemos que la otra persona no va a responder. No importa, saluda al entrar y si no contestan no pasa nada.

Tampoco olvidemos que al salir debemos despedirnos. Un hasta luego, buen día, hasta pronto es suficiente.

También es cortes preguntar al piso o planta a la que van otras personas, y claro nosotros seleccionamos nuestro piso.

Es también prudente estar cerca de la puerta si se va a bajar antes que otras personas o el caso contrario ubicarse en el fondo del ascensor si se va a plantas más altas.

Si vemos a alguien en la distancia que desea entrar al ascensor, cortes es esperarle y no cerrarle las puertas en la cara.

Una vez dentro y medianamente acomodados, todos debemos dar el frente a la puerta, uno al lado del otro manteniendo cierta distancia.

Los tropiezos, el roce o contacto físico es inevitable muchas veces, por lo que basta con un perdón o disculpas a la persona que sin intención se le ha molestado.

Al recibir una llamada por el móvil, mejor no contestar. A las personas que en ese momento están a su alrededor, no les interesa saber sus temas de conversación.

Si venimos de la calle, y llevamos gafas de sol o lentes, al entrar en cualquier recinto debemos quitárnoslas, y el ascensor no es la excepción.

Si vas acompañado y estás hablando, al entrar es prudente detener la conversación o simplemente bajar la voz. Hay que hablar con moderación.

Si vas a un primer piso o planta y puedes caminar, mejor sube por las escaleras. Además de ejercitarte está muy mal visto que marques un piso o que utilices el ascensor por tan solo una planta.

Cuidado con las mochilas o los bultos muy voluminosos. Colócalos de una forma que no moleste a las personas que están cerca de ti.

Los ascensores, en general, son un lugar bastante reducido y de ahí el espejo: para hacer que parezcan más grandes de lo que son.  Hay muchas personas que sufren de claustrofobia y al haber espejos el espacio parece más amplio.

También los espejos son prácticos. Es un lugar en el que estamos antes de llegar a una oficina, a una reunión y podemos notar una mancha de café, o eventuales despeinados. Claro esto con moderación tampoco el espejo de un ascensor es el baño de tu casa donde puedes moverte a tus anchas.

El espejo entretiene y distrae. El espejo hace que en muchas ocasiones evitemos miradas o conversaciones incómodas con desconocidos. Además, al vernos en él nos distrae durante el tiempo que tarda el ascensor en subir o bajar, por lo que el viaje se nos hace más corto de lo que en realidad es.

También se ha convertido en un elemento de seguridad, porque el espejo hace que haya una cierta disuasión a la hora de que se cometan actos vandálicos. El contar con un espejo hace que las personas tengan una cierta sensación de sentirse observadas y se “corten” mucho más a la hora de dañar el ascensor o cualquier elemento que forme parte de él.

Finalmente, evite los actos obscenos, ya muchos ascensores tienen cámaras de seguridad.